sábado, 25 de agosto de 2012

SIN TEMOR A EQUIVOCARSE

                     "Lo peor no es cometer un error, sino tratar de
                     justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso
                     providencial de nuestra ligereza o ignorancia."
 
                                           Santiago Ramón y Cajal.
 
 
“El error más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te equivocas…dejando de arriesgar en el viaje hacia tus objetivos.

No se equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino, retrocede para seguir avanzando hacia el mar; se equivoca el agua que por temor a equivocarse, se estanca y se pudre en la laguna.

No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca la que por no morir bajo la tierra,
renuncia a la vida.

No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas, se equivoca aquel que por temor a equivocarse no acciona.

No se equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo, se equivoca aquel que por temor a caerse renuncia a volar permaneciendo en el nido.

Pienso que se equivocan aquellos que no aceptan que ser hombre es buscarse así mismo cada día, sin encontrarse nunca plenamente.

Creo que al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que hayas buscado honestamente.”

La vida nos formula continuamente preguntas que nosotros respondemos con nuestras acciones. No existe garantia de que estas sean las acertadas, pues la incertidubre es parte de la vida. Pero confiar en lo que decidimos, aunque temamos equivocarnos, nos ayuda a crecer, nos hace humildes, eleva nuestra autoestima y enriquece nuestra experiencia en este mundo.
Un antiguo adagio dice que si tuvieramos en nuestras manos el periodico de mañana, tomariamos decisiones acertadas, sabriamos exactamente que hacer, no nos equivocariamos nunca. Pero sucede que el periodico siempre nos cuenta lo que ocurrio ayer. No hay forma de detener el tiempo y esperar a que nos lleguen las noticias por anticipado para luego actuar. Por lo tanto, lo que queda es instalarnos en el aqui y ahora, hacer las elecciones, tomar las decisiones y vivir. ¿ Habremos acertado? ¿ Estuvimos en un error? Lo sabremos luego. Y cuando lo sepamos, otro sera el momento y acaso otras las condiciones.
A veces advierto que invertimos demasiado tiempo, esfuerzo y preocupacion en formular preguntas fuera de lugar: ¿ Que sera de mi mañana? ¿ Como saldre de esta? ¿Adonde me llevaran estas decisiones? ¿ Que me espera si dejo este trabajo o si el me deja a mi? ¿ Estare a la altura de las exigencias que me aguardan? ¿ Estaremos juntos para toda la vida? ¿ Estare viviendo la vida que me toca o una equivocada?. Y asi hasta el infinito.
Es un error insistir en esos interrogantes porque nuestra mision en la vida no es preguntar. Es la vida quien nos pregunta, y nosotros, respondemos. Ella no nos interroga con palabras sino con circunstancias. A cada paso, nos topamos con situaciones, desde las mas sencillas ( como vestirnos hoy o que pelicula ir a ver al cine) hasta las mas transcendentes ( romper una relacion de pareja porque no nos hace feliz, decirle a aquella persona que no nos conviene, mudarnos a otra ciudad o quedarnos por temor al arrepentimiento...).
Aunque parezca que nos interrogamos a nosotros mismos, es la vida quien nos hace las preguntas. Y lo que espera de nosotros son respuestas. Vivir es responder. Pero no mediante palabras, debemos hacerlo con acciones, esto es, con elecciones, decisiones, actitudes. En definitiva actuando.
HACERSE CARGO.
Cuando no tomamos decisiones, tambien las estamos tomando. Cuando no elegimos, tambien lo hacemos. Cuando no actuamos, estamos actuando. No decidir, no elegir, no actuar, son modos de decidir, de elegir y de actuar. No hay escapatoria. Siempre respondemos. Con nuestra accion o con nuestra inaccion, con nuestra palabra o con nuestro silencio.
"DE HUMANOS ES EQUIVOCARSE, DE LOCOS, PERSISTIR EN EL ERROR", decia el filosofo romano Marcos Tulio Ciceron. Y el gran escritor estadounidense Francis Scott Fitzgerald confeso en una ocasion que preferia fiarse de un hombre que se equivoca a menudo antes que de quien no duda nunca. Y es que la duda y el temor nos permiten afinar nuestros recursos, abrir los ojos y depertar la atencion.
Quien nunca duda o nunca teme no advertira los riesgos alla donde estos existan y no tomara, por tanto, las necesarias precauciones ante ellos. Actuar, aun con miedo a equivocarse, nos ayuda a crecer, nos hace humildes, nos permite hacernos amigos de la confianza, eleva nuestra autoestima y enriquece nuestra experiencia en este mundo.
Cuando tenemos cada cosa que pudiera ocurrirnos, acabamos por temer a la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te agradezco grandemente, tus comentarios, ellos ayudaran a mejorar el contenido de esta pagina, ademas de los capitulos de mi futura publicacion, de la cual comparto tambien algunos apartes.

Dios los bendiga