viernes, 21 de diciembre de 2012

ES HORA DE DECIDIR

            "Todos los días Dios nos da un momento en que es posible
              cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico
              es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda
              nuestra existencia."
 
                                               Paulo Coelho.

La vida del hombre está llena de decisiones que deben tomarse cada día y en cada momento. La relación entre el liderazgo personal y la toma de decisiones está tan entremezclada que es difícil saber si el mejorar la capacidad de decisión mejora el liderazgo o sí el mejorar el liderazgo desarrolla la capacidad de decisión. Hoy en muchos sectores del mundo se echa de menos a la persona capaz de tomar decisión)es y se han hecho estudios al respecto con estas conclusiones: '

La mayoría de las decisiones de los individuos no tienen la menor importancia. Se toma decisiones respecto a realidades intranscendentes de la vida, pero no respecto a las grandes cuestiones de la vida

Las personas toman decisiones más basadas en el sentido común que en la razón, Ello indica una carencia de auténticos objetivos en la vida.

La falta de auténtica libertad en el hombre de hoy (que se ha hecho esclavo de las modas, de las opiniones, de los ambientes que le rodean) le está impidiendo realmente poder tomar decisiones al no tener clara la verdad de las cosas.

Las personas que toman mejores decisiones son aquellas que, tienen una estructura interna muy sólida y estable. Sus decisiones son fruto de sus convicciones.

El líder es una persona que habitualmente toma decisiones para sí o para otros; es uno de los aspectos fundamentales de su liderazgo. Nada suplirá esta capacidad: ni la habilidad en las relaciones humanas, ni el encanto personal. Los estilos en la toma de decisiones están muy relacionados con características de la personalidad propia (impulsividad, inestabilidad emocional, obsesión). Por ello, es importante dar algunas orientaciones sobre la toma de decisiones:

. Hay que ceñirse a lo que a uno le corresponde". El líder no debe obsesionarse por todos los problemas que lo rodean, sino sólo preocuparse por aquellos que lo competen. Ello lo ayudará a que sus decisiones se centren en el núcleo de los verdaderos problemas y necesidades.

. No hay que dejarse presionar". En la toma de decisiones se busca siempre la verdad en un clima de libertad interior. Hay que rechazar por ello todo aquello que pueda influirme al margen de mi mismo.

. "Hay que hacer sólo una decisión cada vez". Dado que las decisiones suelen estar relacionadas unas con otras, es conveniente no tener prisa, tomarse el tiempo que sea necesario y ver qué puede influir una decisión en otra.

. "Hay que decidir según la evidencia, no según la inspiración". Hay que sopesar los pro y los contra de cada problema y en consecuencia decidir. Se trata de no equivocarse.

. "Hay que aceptar el riesgo de decidir"* En la vida no existen seguridades absolutas y ninguna decisión está exenta de riesgos ' La falta de decisión es signo de falta de confianza y determinación,,

. "Hay que incluir siempre una alternativa". Toda decisión debe incluir siempre una alternativa a seguir para el caso de que intervengan circunstancias imprevistas. No se trata de tomar una decisión con reservas. Simplemente se formula una mete y un plan paralelo para llegar a ella.

. "Hay que equiparar la decisión con la acción". Tomada una decisión, no hay que esperar a ponerla en práctica. La rapidez con la que una persona concuerde su acción con su decisión es una buena medida para juzgar su liderazgo personal.

. "Hay que saber revocar una decisión, sí está mal". Se necesita valor personal para admitir que la decisión tomada es un error. Pero estas son las decisiones que distinguen a los hombres de los niños. Hay que ser maduro para revocar lo que no conviene.
la capacidad de tomar decisiones debe encontrar su máxima expresión en la capacidad de solucionar problemas. Una decisión no es tal mientras no se exprese en la acción. Todo el proceso de solución de problemas es un ejercicio de toma de decisiones. Estas habilidades adicionales deben desarrollarse para el liderazgo personal.

"Estar consciente". Hay personas que prefieren ignorar los problemas. Piensan que no enfrentándolos desaparecen. Ser consciente de que existen los problemas es el primer pago para solucionarlos.

Objetividad. Después de conocerlos, hay que definirlos, y ello exige un análisis objetivo para descubrir dónde está. De lo contrario, se aplican soluciones a lo que es el verdadero problema

"Visión". A veces se tienen las soluciones verdaderas de un problema, pero se siente miedo a afrontarlas. Pero si no se soluciona el problema real no se progresa. Hay que seguirlas cuesten lo que cuesten.

"Conocimiento". Solucionar un problema implica conocer el asunto. Una persona que no sabe mecánica no debe abrir ni el radiador de un carro. Por ello, hay que estar empapado de los temas que interesan

"Mente abierta". No hay soluciones obvias para los problemas, porque entonces ya se hubieran usado. Hay que tener flexibilidad.

"Selección de alternativas". Cuando haya varías soluciones para un problema, en primer lugar hay que aceptarlas, aunque puedan parecer entre sí contradictorias; y, en segundo lugar, hay que estudiarlas a fondo antes de tomar una decisión.

"Consultar". El líder no debe tener reparos ante las dudas de consultar a otros para que sus decisiones sean lo más acertadas y no pierda tiempo inútilmente.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

CALIDAD DEL TIEMPO.

        "No importa la cantidad de tiempo que pasamos juntos,
        si no la calidad de lo que hacemos de él."
                                                                    (Anónimo)
 
En esta época, donde es frecuente manifestar "El tiempo no alcanza para nada" es cuando toma mas relevancia, no tanto el tiempo, si no mas bien la calidad del tiempo que dedicamos a nuestros seres queridos, primordialmente a nuestros hijos. Les comparto la siguiente historia para reflexionar.
 
"Era miércoles, 8:00 a.m., llegué puntual a la escuela de mi hijo -“No olviden venir a la reunión de mañana, es obligatoria - fue lo que la maestra me había dicho un día antes.
-“¡Pues qué piensa esta maestra! ¿Cree que podemos disponer fácilmente del tiempo a la hora que ella diga? Si supiera lo importante que era la reunión que tenía a las 8:30.
De ella dependía un buen negocio y... ¡tuve que cancelarla!
Ahí estábamos todos, papás y mamás, la maestra empezó puntual, agradeció nuestra presencia y empezó a hablar. No recuerdo qué dijo, mi mente divagaba pensando cómo resolver ese negocio tan importante, ya me imaginaba comprando esa nueva televisión con el dinero que recibiría.
Juan Rodríguez!” -escuché a lo lejos -“¿No está el papá de Juan Rodríguez?”-Dijo la maestra.
“Sí aquí estoy”- contesté pasando al frente a recibir la boleta de mi hijo.
Regresé a mi lugar y me dispuse a verla. -“¿Para esto vine? ¿Qué es esto?” La boleta estaba llena de seises y sietes. Guardé las calificaciones inmediatamente, escondiéndola para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones que había obtenido mi hijo.
De regreso a casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba:
“Pero ¡si le doy todo! ¡Nada le falta ¡Ahora sí le va a ir muy mal!” Llegue, entré a la casa, azoté la puerta y grité: -“¡Ven acá Juan!” Juan estaba en el patio y corrió a abrazarme. -“¡Papá!” -“¡Qué papá ni que nada!” Lo retiré de mí, me quité el fajón y no sé cuántos golpes le di al mismo tiempo que decía lo que pensaba de él.
“¡¡¡¡ Y te me vas a tu cuarto!!!”-Terminé.
Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba.
Mi esposa no dijo nada, sólo movió la cabeza negativamente y se metió a la cocina.
Cuando me fui a acostar, ya más tranquilo, mi esposa se acercó y entregándome la boleta de calificaciones de Juan, que estaba dentro de mi saco, me dijo:
-“Léele despacio y después toma una decisión...”. Al leerla, vi. Que decía: BOLETA DE CALIFICACIONES Calificando a papá:
Por el tiempo que tu papá te dedica a conversar contigo antes de dormir: 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para jugar contigo: 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para ayudarte en tus tareas: 6
Por el tiempo que tu papá te dedica saliendo de paseo con la familia 7
Por el tiempo que tu papá te dedica en contarte un cuento antes de dormir 6
Por el tiempo que tu papá te dedica en abrazarte y besarte 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para ver la televisión contigo: 7
Por el tiempo que tu papá te dedica para escuchar tus dudas o problemas 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para enseñarte cosas 7 Calificación promedio: 6.22 Los hijos habían calificado a sus papás. El mío me había puesto seis y sietes (sinceramente creo que me merecía cincos o menos) Me levanté y corrí a la recamará de mi hijo, lo abracé y lloré. Me hubiera gustado poder regresar el tiempo... pero eso era imposible. Juanito abrió sus ojos, aún estaban hinchados por las lágrimas, me sonrió, me abrazó y me dijo: -“¡Te quiero papito" Cerró sus ojos y se durmió."

No hay recetas ni fórmulas, pues cada familia tiene sus circunstancias particulares. Sin embargo, vale la pena tener en cuenta algunas sugerencias:
  • El tiempo no es favorable ó desfavorable. Simplemente está ahí y su uso depende de la planeación que hagamos cada día; sólo así tendremos tiempo de trabajar, de descansar, de compartir con los hijos, de jugar con ellos, de leerles cuentos. En otras palabras, que haya tiempo de vida.
  • Hay que establecer prioridades. Seguir manejando el tiempo con el criterio de que solo lo destinamos a lo más urgente, nos impedirá atender lo importante.

  • Hay que “sacar tiempo” para responder a los “por qué” de los hijos. Estas son dos palabras maravillosas que los niños, todos los niños del mundo pronuncian. Cuando dejan de hacerlo, es porque nadie se tomó el tiempo en responderles, con lo que se apaga en ellos la llama de la curiosidad.

  • Es mejor dar tiempo que cosas, con ello les inculcamos una escala de valores. Muchas veces, cuando no les podemos dedicar tiempo a los hijos, tratamos de compensar esto dando juguetes ó siguiendo sus caprichos. Cuando obramos así, les estamos fomentando el criterio consumista de la sociedad actual: lo importante es tener. Cuando se da tiempo, por el contrario, el mensaje es otro: lo esencial es ser.

  • Hay que quitarle algo de tiempo a la vida moderna, la televisión, el computador, las telenovelas. Rescatarlo y devolvérselo a sus legítimos dueños: los hijos.

  • Es necesario aprender a escuchar bien, a abrir por completo la mente y el corazón al niño, con toda la conciencia de que seamos capaces.

  • Tener paciencia. Casi siempre estamos de afán y el niño no sabe de esto, por lo tanto, al hablarnos lo hace con todos los pormenores. Esto nos lleva a que casi nunca les dejamos terminar una frase ó una explicación, pues ya nos sabemos el final y nos apresuramos a cortarles la palabra con el consabido “sí, sí, ya lo sé”. Se trata pues de no hacer juicios precipitados, sino de escuchar.

  • Cuando las madres trabajan, no pueden guiar su actitud hacia los hijos con un sentimiento de culpa. Los tiempos han cambiado y en muchas familias ambos padres deben trabajar. Lo importante es organizar bien el tiempo, repartirse las cargas entre los esposos, escoger muy bien a quienes van a cuidara los niños mientras los padres están ausentes. Tratar de llamar por teléfono al niño ó niña cuando regresen del colegio, de tal forma que ellos, los hijos, comprendan que aunque la mamá no esté presente está siempre interesada en su cuidado.

Además hay condiciones especiales en las que los padres deben hacer todo lo posible por participar. Para un niño que lleva varias jornadas entrenándose o ensayando (en un equipo de fútbol, obra de teatro, coro,etc.), es muy importante saber que sus padres estarán con él el día del “estreno”.
Por último, reiteremos una vez más que las dos cosas más importantes que los padres puedan dar a sus hijos son: AMOR Y TIEMPO.

martes, 23 de octubre de 2012

AMENAZAS Y FORTALEZAS

 
 
 
Para Reflexionar

La fortaleza de un hombre no está en el ancho de sus hombros. Está en el tamaño de sus brazos cuando abrazan.

La fortaleza de un hombre no está en lo profundo del tono de su voz. Está en la gentileza con que usa en sus palabras.

La fortaleza de un hombre no está en la cantidad de amigos que tenga. Está en lo buen amigo que se vuelve de sus hijos.

La fortaleza de un hombre no está en como lo respetan en su trabajo. Está en como es respetado en su casa.

La fortaleza de un hombre no está en lo duro que puede golpear. Está en lo cuidadoso de sus caricias.

La fortaleza de un hombre no está en su cabello o su pecho. Está en su corazón.

La fortaleza de un hombre no está en las mujeres que ha amado. Está en poder ser verdaderamente de una mujer.

La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar. Está en las cargas que puede llevar a cuestas.
 
Esta grandiosa reflexion me da la entrada para hablar del balance perfecto del ser humano, otorgado por nuestro gran creador, Dios.
 Por lo general, todo en la vida tiene una contra parte; amargo-dulce; triste-feliz; bueno-malo...etc. Por lo tanto la fragilidad humana encuentra su contra parte en la fortaleza humana.
 
Ser vulnerable implica fragilidad, una situación de amenaza o posibilidad de sufrir daño. Por tanto implica ser susceptible de recibir o padecer algo malo o doloroso, como una enfermedad, y también tener la posibilidad de ser herido física o emocionalmente. La vulnerabilidad también puede entenderse como poder ser persuadido o tentado, poder ser receptor, ser traspasable, no ser invencible, no tener absoluto control de la situación, no estar en una posición de poder, o al menos tener la posibilidad de que dicho poder se vea debilitado. Es vulnerable, según el Diccionario de la Real Academia, quien puede ser herido o recibir lesión, física o moralmente.El daño puede ser entendido de muy diversos modos, el más evidente es la herida, el dolor. No en vano, el origen del término “vulnerabilidad” es el término latino “vulnus”, que significa herida, golpe, punzada, y también desgracia o aflicción. En el mismo campo semántico se encuentra “vulneratio”, herida o lesión, y también el verbo “vulnero”, herir o lastimar. Pero también, obviamente, el daño puede ser psíquico o emocional, en cuyo caso abre la vía del sufrimiento. Y existe también un daño moral, que es el causado por una situación de maldad, una injusticia, un desprecio, o cualquier otra forma de daño que afecte a nuestra identidad como personas.
La vulnerabilidad tiene que ver, pues, con la posibilidad de sufrir, con la enfermedad, con el dolor, con la fragilidad, con la limitación, con la finitud y con la muerte. Principal mente con esta última, tanto en sentido literal como metafórico. Es la posibilidad de nuestra extinción, biológica o biográfica, lo que nos amenaza y, por tanto, lo que nos hace frágiles.
Infortunadamente para muchos esta vulnerabilidad o fragilidad del ser humano, se volvió la excusa perfecta para escudarse de sus incapacidades o frustraciones. Cuando realmente esta "fragilidad" es la que permite desarrollar al ser humano esas bellas características de cariño, comprension, afecto, amor, caricias y demás.
 
Por el contrario para muchos el termino fortaleza solo se limita a lo físico.
¿A quién tenemos nosotros por hombre fuerte, hombre valiente? De ordinario esta palabra evoca al soldado que defiende la patria exponiendo al peligro su incolumidad y hasta la vida en tiempo de guerra. Pero, a la vez, nos damos cuenta de que también en tiempo de paz necesitamos fortaleza.
La virtud de la fortaleza requiere siempre una cierta superación de la debilidad humana y, sobre todo, del miedo. Porque el hombre, por naturaleza, teme espontáneamente el peligro, los disgustos y sufrimientos. Por eso hay que buscar hombres valientes no sólo en los campos de batalla, sino también en las salas de los hospitales o en el lecho del dolor. Hombres tales podían encontrarse a menudo en los campos de concentración y en los lugares de deportación. Eran auténticos héroes.
El miedo quita a veces el coraje a los hombres que viven en un clima de amenaza, opresión o persecución. Así, pues, tienen valentía especial los hombres que son capaces de traspasar la llamada barrera del miedo, a fin de dar testimonio de la verdad y la justicia Para llegar a tal fortaleza, el hombre debe "superar" en cierta manera los propios límites y "superarse" a sí mismo, corriendo el "riesgo" de encontrarse en situación ignota, el riesgo de ser mal visto, el riesgo de exponerse a consecuencias desagradables, injurias, degradaciones, pérdidas materiales y tal vez hasta la prisión o las persecuciones. Para alcanzar tal fortaleza, el hombre debe estar sostenido por un gran amor a la verdad y al bien a que se entrega.
Tenemos necesidad de fortaleza para ser hombres. En efecto, hombre verdaderamente prudente es sólo el que posee la virtud de la fortaleza; del mismo modo que hombre verdaderamente justo es sólo el que tiene la virtud de la fortaleza.
Pidamos este don del Espíritu Santo que se llama "don de fortaleza". Cuando al hombre le faltan las fuerzas para "superarse" a sí mismo, con miras a valores superiores como la verdad, la justicia, la vocación, la fidelidad conyugal, es necesario que este "don de lo alto" haga de cada uno de nosotros un hombre fuerte y que en el momento oportuno nos diga "en lo íntimo": ¡Animo!

DECIDIDO Y CON VALOR.

            "El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico.
            Lo que cuenta es el valor para continuar."
 
                                                        Winston Churchill.

Marcos 10: 46-52
“Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino”
Para Bartimeo era otro día mas, ese día en la mañana seguramente se despertó pensado en la hora de ir nuevamente a mendigar, ya tenia su lugar reservado junto al camino, no había nada que cambiaria el rumbo de su vida hasta ese momento, no había ningún probabilidad de que su vida cambiara drásticamente.
Pero en esos momentos en donde vemos todo como una rutina y en donde difícilmente el panorama cambiara, siempre aparece Jesús nazareno.

Bartimeo era ciego, pero tenia un buen oído, y seguramente ya había escuchado de los milagros que Jesús había hecho, el hecho de permanecer junto al camino le había permito enterarse del Poder sobrenatural de Jesús, por esa razón al escuchar a la gran multitud y mas aun al escuchar de que se trataba de Jesús ese del cual había escuchado muchas maravillas entendió que era la OPORTUNIDAD DE SU VIDA, por esa razón inmediatamente comenzó a dar voces y gritar: “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!”, seguramente algunos de nosotros en su puesto no hubiéramos gritado, sino que hubiéramos pensado: “¿Cómo un hombre como Jesús, se va a detener a escucharme?”, y es que muchos de nosotros nos sentimos limitados a la hora de clamar al Señor, ¿Será que estamos conformes con nuestro estado desastroso de espiritualidad?, ó ¿Qué realmente no queremos aprovechar las oportunidades que el Señor nos presenta?
Bartimeo daba voces repitiendo lo mismo: “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!”, la Palabra dice que muchos lo reprendían para que callase, pero EL CLAMABA MUCHO MAS. Que hermoso ejemplo de persistencia, pese a los comentarios quizá hasta denigrantes de los demás, no se detuvo, sino que al contrario, insistió más. Que lindo seria que cada uno de nosotros no desistiera de clamar a Dios y que pese a los comentarios negativos del enemigo, persistiéramos aun mas por conseguir nuestro objetivo.
Su persistencia dio fruto y es que Jesús al escuchar a un corazón sincero y necesitado no puede negarse, mando a llamarlo y le pregunto: “¿Qué quieres que te haga?”, no es que el Señor no supiera que era lo que Bartimeo necesitaba, sino que el desea escuchar de nuestra propia voz, cual es nuestra necesidad.
Ante la interrogante de Jesús, Bartimeo respondió: “el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista”. Lo que para Bartimeo comenzó como un día normal, común y corriente, poco a poco se fue convirtiendo en la OPORTUNIDAD DE SU VIDA, la cual no dejo pasar y por ello recibió su Milagro.
Si Bartimeo no hubiera aprovechado su oportunidad ni siquiera conociéramos de el, jamás se hubiese escrito este episodio bíblico, pues la fe y la persistencia por aprovechar su oportunidad lo hizo galardonador de estar en los cánones de la historia, ¿Cuándo de nosotros pagáramos por estar en los cánones de la historia?, pero eso no tiene un precio material, sino mas bien uno espiritual que se llama FE.
Este episodio bíblico termina de una forma fenomenal, ninguno de nosotros nos hubiésemos puesto a pensar de que un ciego que estaba junto al camino mendigando terminara versículos mas adelante siguiendo a Jesús por el camino y ya no sentando sobre el camino. “Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino”.
Amado hermano, hay oportunidades en la vida que llegan muy pocas veces, cada uno de nosotros somos responsables si la aprovechamos o la dejamos ir, al igual que Bartimeo Dios quiere darte la oportunidad de conseguir lo que tanto anhelas, pero para ello necesitas la persistencia necesaria para no desmayar en tu objetivo de alcanzar tu tan anhelado sueño, por otra parte se necesita FE para poder creer que lo que un día se te prometió, se te cumplirá.
No se realmente que decisiones estas a punto de tomar, pero Dios me dice en esta hora, que hay OPORTUNIDADES UNICAS y ay de nosotros si las dejamos ir, por otro lado también no olvides de colar tus decisiones a través de la Palabra de Dios para evaluar si es su voluntad o una simple emoción humana.
 
Hay oportunidades que solo se dan una vez en la vida y esas marcaran nuestra historia, se sabio, teme a Jehová y apártate del mal.
 
 

MIEDO AL FRACASO

           "Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a
           fracasar."
 
                                                Paulo Coelho.
 
 
En la antigüedad, un gran maestro muy sabio una vez visitó un templo en el que le estaba esperando un joven monje que le iba a guiar por el camino. En el interior de aquel enorme y frío templo había tres perros que lo custodiaban. Aunque se encontraban encadenados a un poste, la imagen de esos perros negros ladrando con furia, con esos dientes afilados y con su mirada fija en ellos, hizo que el sabio se preocupara y con cierto miedo le preguntara al joven si era seguro pasar por ahí. Éste, confiado por la resistencia de las cadenas asintió con la cabeza. En uno de los fuertes embates que dieron los perros rabiosos el soporte que sujetaba las cadenas al poste cedió y éstos quedaron libres de toda sujeción. En cuestión de segundos los perros, con los ojos inyectados en sangre, corrían a gran velocidad hacia los dos visitantes indeseados. El miedo dejó blanco al joven. Se había quedado totalmente paralizado. El maestro, en cuanto vio que los perros se dirigían con rabia hacia él, en vez de huir o quedarse paralizado por el miedo hizo algo muy curioso: miró a los perros a los ojos y se puso a correr directamente hacia ellos. Imagina la estampa: tres perros rabiosos corriendo hacia el sabio y éste, al otro lado del templo, corriendo con toda su energía hacía los perros. Entonces, ocurrió algo interesante: los perros, nunca habían visto algo parecido, y al ver a ese hombre corriendo hacia ellos se pusieron a huir. El Sabio, volvió con el muchacho, le sonrío amistosamente y le dijo: “siempre corre hacia tus miedos”.
 
Algunos diccionarios definen oportunidad como una circunstancia favorable o que se da en un momento adecuado u oportuno para hacer algo.
No hay nada más triste que ver pasar las oportunidades que se van presentando mientras se consumen los días de vida. Si te aterra como a mí la visión de estar en tu lecho de muerte lamentándote por las oportunidades perdidas a lo largo de tu vida sigue leyendo y tal vez esto te pueda ayudar a borrar para siempre esa triste imagen. La vida es demasiado corta para andarse con medias tintas.
La realidad es que todos nosotros hemos perdido muchas oportunidades que hoy nos parecen obvias que debimos aprovecharlas. A pesar de esa consciencia de desperdicio pasado, a día de hoy estoy seguro que seguimos pecando en los mismos errores que antaño cometíamos.
¿Cuál es el mayor obstáculo en nuestras vidas que nos impide aprovechar las oportunidades y crear de nuevas? ¿Es acaso la falta de recursos? ¿El color de nuestra piel? ¿Nuestra falta de belleza o el “exceso” de esta? ¿La falta de contactos o amigos? ¿Nuestra salud delicada? ¿La falta de tiempo? ¡No! Déjame que lo diga otra vez: ¡No! Ninguna de estas opciones es un verdadero obstáculo para tu éxito. Ninguna.
Si analizas todas las oportunidades perdidas o dejadas de tener por tu falta de iniciativa responden a una misma causa: el miedo. El miedo adopta miles de formas y se presenta como una especie de demonio que nos hace huir despavoridos.
El miedo tiene su utilidad y razón de ser: nos pone aleta ante situaciones de peligro, nuestros sentidos se agudizan y la adrenalina fluye por nuestras venas. Digamos que este nos permite prepararnos para un mal que se avecina o que intuimos que lo hará de forma inminente.
En nuestros genes ha quedado un residuo que se llama miedo que nos paraliza y nos hace huir. Ya te digo que gracias a la sensación de miedo, y a los mecanismos que se activan en nuestro organismo con su aparición, hoy los seres humanos seguimos vivitos y coleando por la tierra. De no ser gracias a este hace ya miles de años que las fieras nos habrían comido o nos habríamos matado todos en guerras suicidas. Ante un peligro que genera miedo el individuo no lucha salvo que esté en grupo o no le quede más remedio para sobrevivir. La respuesta normal del individuo ante el peligro es huir corriendo hasta que el peligro se desvanece. Pues bien, ese miedo que tanto bien nos ha dado a nuestra especie hoy no es otra cosa que un residuo genético sin apenas sentido de ser y que nos frena en la consecución de nuestros objetivos.
El miedo, como ya te avancé, se nos presenta de mil y una formas distintas y nos paraliza o nos hace huir. En nuestra sociedad el miedo no hace otra cosa que entorpecer nuestro camino hacia la felicidad. Pero tranquilo, no te voy a pedir que luches contra un demonio de mil caras sino contra sólo uno que se encuentra bien definido: la vergüenza.
La vergüenza es el peor mal que se podría haber cernido sobre ti. Fue la vergüenza quien te impidió hablar con aquella chica, cogerle de la mano y besarla. Fue la vergüenza la que te impidió decirle te quiero a tus padres. Fue la vergüenza la que te contuvo de pedir un aumento de sueldo o la que te dijo que tú tal vez no merecías ese puesto vacante. La vergüenza también te dijo que los sueños sólo se cumplen en las películas y que la vida real es bien distinta. Ese proyecto que tenías en mente y que nunca llevaste a cabo por falta de iniciativa y arrojo ¿sabes quién estuvo detrás de ese fracaso? La vergüenza.
Sentirse frustrado por ver, una vez detrás de otra, como las oportunidades latentes se desvanecen por ese estúpido e inútil sentimiento de vergüenza, creo que es el momento de correr hacia tus miedos, solo decidete y hazlo.
 

TOMANDO DECISIONES CON FACILIDAD.

                      "Todos los días Dios nos da un momento en que es
             posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El
             instante mágico es el momento en que un sí o un no
             pueden cambiar toda nuestra existencia."
 
                                                            Paulo Coelho.
 

Todo en la vida esta basado en la toma o no de decisiones, de hecho el optar por no decidir, es en si una decisión. Permanentemente debemos decidir entre una opción u otra. Existen decisiones elementales como si desayuno o no, como que ropa me coloco, escoger el tipo de deporte que me gustaría practicar; las llamo elementales por que una mala decisión no tendría consecuencias graves seguramente. Pero también debemos escoger por algunas decisiones un poca mas complejas, que carrera estudiar, con quien me casare.........de las cuales derivaran unas consecuencias algo mas complicadas en el supuesto de una mala elección.
En fin este es un proceso, en contradiccion con algunos autores, totalmente innato. De hecho recordemos que Dios nos otorgo el libre albedrío, o sea, la capacidad de decidir bien o mal.
Si esto lo trasladamos a un escenario de liderazgo ya sea en lo laboral, deportivo, académico, familiar o cualquier otro que requiera de una figura de responsabilidad, la figura de decisión obtiene una connotación mayor en termino de las consecuentes implicaciones.
Es en estos últimos escenarios donde debemos diferenciar entre el poder de decisión y la capacidad de decisión. El poder de decisión puede haber sido otorgado como consecuencia del cargo el cual ejerce y es aquí donde muchos "líderes" se escudan en la famosa "democracia", donde sencillamente ceden terreno a que otros decidan por el. Amigo como soy de las analogías, pensemos en el joven que su gran sueño ha sido aprender a montar bicicleta, con este propósito su padre le regala el tan anhelado instrumento, pero una vez el joven debe tomar la decisión de iniciar su aprendizaje en el ciclismo, se coloca a pensar de que como no sabe manejar, decide que la mejor manera de lograrlo seria el aprendizaje por imitacion, por lo cual convoca a una junta extraordinaria con la totalidad de sus amigos, la cual se efectúa al rededor de su nueva bicicleta, esta con el fin de decidir democráticamente quien estrenara su linda bicicleta y respectivamente los consecuentes turnos entre la totalidad de los participantes. Democráticamente y en aras de un mejor aprendizaje del joven, se decide que quien estrenara la bicicleta debe ser el de mayor experiencia y así sucesivamente el resto. Te puedo asegurar que nunca aprenderás a montar bicicleta y cuando menos piensas tampoco la tendrás.
Diferente es el caso para quienes tienen la capacidad de decisión, para el caso todos, pero deciden usarla. Por eso en el fútbol existen grandes goleadores, en las finanzas hombres prósperos, en el hogar grandes padres e hijos exitosos.
En relación a esta capacidad demandada por las organizaciones, debemos saber que toda persona con dominio de sus facultades toma decisiones, y que ese acto no la hace más apta ni más capaz que otra para una actividad dada; lo que sí la convierte en idónea es su capacidad de evaluar la realidad, de conocer la efectividad de sus posibilidades y, finalmente, de aprovechar los recursos disponibles, para que estos factores, actuando equilibradamente, permitan avanzar en el difícil camino hacia la solución efectiva de los problemas.
Por el contrario, es demasiado alto el precio que hay que pagar por la indecisión, se corren más riesgos no decidiendo que decidiendo. La mujer de Lot, el personaje bíblico, nos da una tremenda lección. Su indecisión le costó caro, cuando en lugar de avanzar hacia el futuro, volvió a ver hacia atrás, ahí mismo se volvió estatua de sal. Igual sucede hoy, mirar hacia atrás con indecisión nos paraliza, y mientras unos avanzan por sus buenas decisiones, otros solo se vuelven espectadores.
 
Hoy somos la suma de todas nuestras decisiones. Y esa sumatoria ha definido quienes hemos llegado a ser. Nuestra carrera fue una decisión, de ahí vinieron amigos que en otra profesión no hubiésemos tenido. Con quien nos casamos determinó una gran parte de nuestra vida hasta hoy, donde trabajamos también. En fin, somos el resultado de muchas decisiones. Si algo practicamos en la vida es tomar decisiones.
Ponte a pensar que muchas veces, dejas que otros decidan por ti, y verdaderamente te estas haciendo un mal para tu vida.
 Es impresionante encontrar líderes que están simplemente tomando decisiones por salir de la crisis. Líderes han sido movidos como piezas de ajedrez simplemente por solucionar en forma rápida una crisis, sin ir a la raíz. Luego el fruto que se ha recogido ha sido doloroso o triste.
Dios no nos puso para tomar simplemente decisiones. Cuando existe el discernimiento estas son las decisiones que se toman:
 
1.- Decisiones delegadas. Se delega el trabajo en las personas con las capacidades para ese evento o crisis.
 
2.- Decisiones respaldadas por buen testimonio.
 
3.- Decisiones llenas del Espíritu Santo. Estos líderes pensaron en gente llena del Espíritu Santo. Cuando hay discernimiento la llenura no es una opción, sino una decisión.
 
4.- Decisiones llenas de sabiduría.

5.- Decisiones equilibradas. Equilibrio. Eso es  importante. 


El liderazgo sabio toma decisiones que son confirmadas por el pueblo.
 
Hoy entiendo que he sido llamado a tomar decisiones sabias y dirigidas por Dios.

miércoles, 17 de octubre de 2012

NO TE RINDAS...INTENTALO NUEVAMENTE

            "No siempre podemos formar el futuro para nuestros
            jóvenes, pero sí podemos formar a nuestros jóvenes
            para el futuro"

                                         Franklin D. Roosevelt


Mientras que el éxito es uno de los más grandes anhelos, el fracaso es uno de los más grandes monstruos psicológicos de la humanidad. Millones de personas en el mundo le tienen miedo al fracaso, muchas prefieren no arriesgarse y abandonan sus más grandes sueños por miedo a fracasar sin saber que ambos, fracaso y éxito, son conceptos virtualmente imposibles de separar en la vida de las personas.
Pero, ¿qué opinan los más grandes triunfadores de la historia sobre el fracaso?, ¿alguna vez fracasaron ellos?, ¿cómo se sobrepusieron al fracaso?, ¿qué aprendieron del fracaso?
Enseguida puedes ver algunos testimonios, citas y experiencias de grandes personajes de la historia respecto al fracaso:
 
No te rindas e inténtalo nuevamente.

• En la vida hay algo peor que el fracaso: el no haber intentado nada: Franklin D. Roosevelt.
• Confucio: “Nuestra mayor gloria no está en no fracasar nunca, sino volver a intentarlo cuando fracasamos”.
• En todo fracaso hay una nueva oportunidad: John D. Rockefeller
• Aquellos que ven en cada desilusión un estímulo para mayores conquistas, ésos poseen el recto punto de vista para la vida: Johann W. Goethe
• El vigésimo sexto presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln, pasó a la historia como el que unificó a una gran nación y abolió la esclavitud. Pero antes de esto, de joven fue a la guerra como capitán y regresó como soldado; seguidamente fracasó en su intento de ser un hombre de negocios; como político fracasó en su primer intento para formar parte del Congreso; fue derrotado también en su intento de ser senador dos veces y de ser vicepresidente en 1856. Nunca hubiera llegado a ser presidente si en cualquiera de sus fracasos hubiera tirado la toalla.
• Sigmund Freud fue abucheado cuando presentó sus ideas a la comunidad científica europea, ¿acaso se rindió? No, volvió a su oficina y siguió escribiendo…
• Charles Darwin escuchó a su padre decirle que él “no servía nada más que para coger perros y ratas”. En su autobiografía Darwin llegó a decir: “Era considerado por mis profesores y por mi padre un chico ordinario, muy por debajo del promedio intelectual”. ¿Se dio por vencido? No, claramente evolucionó hacia el éxito…
• El gran inventor Thomas Alva Edison fue advertido por sus profesores de que era “demasiado estúpido” para aprender cualquier cosa. Incluso lo despidieron de sus dos primeros empleos por “no ser productivo”. Como inventor hizo más mil intentos fallidos antes de hacer funcionar la bombilla eléctrica. Cuando un periodista le preguntó cómo se había sentido al fracasar con anterioridad mil veces. Edison replicó, “Yo no he fracasado 1.000 veces. Fueron mil pasos hasta conseguir la invención de la bombilla”.
• Albert Einstein no habló hasta que tuvo cuatro años y no empezó a leer hasta los siete. Sus padres pensaron que tenía alguna incapacidad. Uno de sus profesores llegó a describirlo como “mentalmente lento, poco sociable y siempre perdido en sus tontos sueños”. La Zurich Polytechnic School rechazó su admisión. No se rindió y acabó sorprendiendo al mundo como una de las inteligencias más grtandiosas de la humanidad de todos los tiempos.
• Louis Pasteur fue un mediocre alumno en sus estudios de pregraduado sólo alcanzó en química el 15º puesto de un total de 22 alumnos. ¿Se desanimó?. De haberlo hecho muchas vidas no se hubieran salvado y la ciencia química habría perdido uno de sus mejores impulsores.
• Michael Jordan fue separado del equipo de baloncesto de su universidad. Michael Jordan comentó en una ocasión: “Yo he fracasado una y otra vez en mi vida. Esa es la razón por la que tengo éxito”.
• Walt Disney fue despedido por un editor de periódicos por “su falta de imaginación y por no tener buenas ideas”. Antes de construir Disneylandia quedó varias veces en bancarrota. De hecho, el Parque fue rechazado por la ciudad de Anaheim. No se rindió jamás.
• Sidney Poitier, en su primera prueba, el director de casting le increpó: “¿Por qué no paras de hacerle perder el tiempo a la gente, vas afuera y te dedicas a ser lavaplatos o algo por el estilo? Años después, Poitier confesó que fue en ese preciso momento en el que decidió dedicarse toda su vida a ser actor.
• Charles Chaplin fue inicialmente rechazado por Hollywood porque sus pantomimas fueron consideradas una “tontería”.
• El joven Ludwig Beethoven prefería interpretar sus propias composiciones que mejorar su técnica con el violín. Su profesor le llamó “un inútil como compositor”. Y seguro que recuerdas que Beethoven escribió cinco de sus grandes sinfonías cuando estaba completamente sordo.
• Pablo Picasso. Un galerista de arte rechazó dar refugio a Picasso cuando este le pidió recoger sus pinturas desde fuera para protegerlas de la lluvia.
• Vincent van Gogh solamente vendió una pintura durante su vida a la hermana de uno de sus amigos por 400 francos (aproximadamente unos 30 €). Esto no fue ningún inconveniente para que Van Gogh continuara y acabara de completar más de 800 obras.
• Pablo Casals a los 95 años fue entrevistado por un joven periodista que le preguntó: “Mr. Casals, usted tiene 95 años y es el más grande violonchelista que jamás ha existido. ¿Por qué todavía practica más de 6 horas al día?” Pablo Casals le respondió: “Porque creo que estoy haciendo progresos”.
• Steve Jobs, el fenecido presidente de Apple, fue uno de los genios de las computadoras y aparatos electrónicos como el iMac, MacPro, iPod, iPad y el iPhone. Steve no llegó a acabar sus estudios universitarios. En el garaje de sus padres adoptivos, él y su amigo Steve Wozniak llegaron a crear uno de los íconos mundiales de la computación: la compañía Apple. Cuando la empresa rozaba el mayor éxito fue “despedido”, a pesar de que él la había creado. Empezó nuevamente con proyectos que demostraron su creatividad, tenacidad, y capacidad hasta recuperar la presidencia de Apple doce años después.

REGRESA A TU PRIMER AMOR

            "El amor es el poder iniciador de la vida; la pasión
            posibilita su permanencia."
 
                                                             Anónimo.
 
 
De repente el despertador sonó estrepitosamente, haciéndome salir de mi maravilloso sueño, y transportándome a la realidad.
Era un día lluvioso como se acostumbra en la capital, un café rápido pues como siempre iba somnoliento y retrasado al trabajo, abrumado por el incesante pito de los automóviles, me transportaba incómodamente cual sardina enlatada hasta el lugar que sería mi cárcel durante las siguientes ocho horas. Informes urgentes, visitas de obra, regaños de clientes, reuniones interminables, almuerzos express, competitividad desleal, ambiente pesado, escasa remuneración salarial, enriquecimiento del dueño, cansancio físico e intelectual, etc. Rutina incesante que se repetía diariamente.
Y es allí cuando vinieron a mi mente las típicas preguntas que uno se debe plantear cuando se siente inconforme con cualquier aspecto de su vida. ¿Me siento realmente feliz con lo que hago?, "si hoy fuese el ultimo día de mi vida ¿quiero hacer lo que voy a hacer hoy?"
Entonces comprendí la importancia de hacer lo que te gusta, es lo único que va causar la diferencia entre vivir apasionadamente o desesperadamente. Por lo cual decidí perseguir mi sueño incansablemente hasta que este se materializara.
Así que si no te gusta como estas llevando tu vida, es tiempo de que hagas algo por cambiarla, ya que el tiempo que pasas soñando,es tiempo que pierdes.
El reconocido autor de temas de desarrollo personal, John Maxwell, no dice que los expertos pasan mucho tiempo tratando de averiguar lo que hace a las personas exitosas. Casi siempre buscan sus credenciales, inteligencia, educación, y otros factores. Pero más que cualquiera otra cosa, la diferencia está en la pasión. Nadie puede tener éxito a menos que ame su trabajo.
Si observas las vidas de líderes efectivos, encontrarás que casi nunca encajan en moldes estereotipados. Por ejemplo, más del 50% de todos los altos ejecutivos de la revista Fortune 500 tienen promedios de C o -C en los primeros años de universidad.
Casi el 75% de todos los presidentes estaban en la mitad inferior de sus clases en la escuela. Más del 50% de todos los empresarios millonarios nunca terminaron los estudios universitarios. ¿Qué le permite a la gente que parece común, obtener grandes cosas? La respuesta es la pasión. En la vida del líder nada puede estar por encima de la pasión.
 
Tómate la temperatura. ¿Cuán apasionado eres respecto de tu vida y tu trabajo? ¿Se nota? Haz una evaluación interrogando a varios compañeros de trabajo y a tu esposa sobre tu nivel de deseo. No serás un apasionado mientras no creas que la pasión puede cambiar sustancialmente tu vida.
Regresa a tu primer amor. Muchas personas dejan que la vida y las circunstancias los desencaminen. Piensa cuando comenzaste tu carrera, o incluso más atrás, cuando eras un niño. ¿Qué te desvió de tu camino? ¿Qué era aquello en lo que podías pasar horas y horas? Trata de recuperar tu antiguo entusiasmo. Después examina tu vida y tu carrera a la luz de esos antiguos amores.

VIVIENDO APASIONADAMENTE

         "Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez
         que sólo le falta abrir la boca para caer en ella."
 
                                              Lucio Anneo Séneca.
 

Una mujer salió de su casa y vio a tres viejitos de largas barbas sentados frente a su jardín. Nunca los había visto:
-¿Necesitan algo?, ¡parecen tener hambre! Por favor entren en casa y les prepararé algo para comer.
Ellos preguntaron: ¿Está el hombre de la casa?
-No, respondió ella, no está.
-Entonces no podemos entrar, contestaron.
Al atardecer, cuando llegó el esposo, ella le contó lo sucedido.
-¡Entonces, diles que entren!
La mujer salió a invitar a los hombres a entrar a la casa.
-No podemos entrar los tres juntos.
-¿Por qué?
Uno de los hombres apuntó hacia uno de ellos y explicó: Éste se llama Riqueza, él Éxito y yo soy Amor.
Ahora ve con tu familia y decide a cuál de nosotros tres, desean invitar a su casa. La mujer entró y le contó a su marido, lo que ellos le dijeron. El hombre se alegró: ¡Fantástico! Sal corriendo y dile a Riqueza que entre y llene nuestra casa de dinero.
Pero la esposa no estuvo de acuerdo: Querido, ¿por qué no invitamos a Éxito? Triunfaríamos el resto de nuestras vidas.
La hija del matrimonio interrumpió diciendo: ¿Por que no invitamos a Amor? Nuestro hogar entonces estaría lleno de ternura y nos amaríamos mucho más.
Sin dudar el padre, le pidió a la esposa que fuera a invitar a Amor, para que fuera el huésped de honor.
La esposa salió y preguntó: ¿Cuál de ustedes es Amor? Hemos decidido que sea nuestro invitado.
Amor se puso en pie y comenzó a caminar hacia la casa, los otros dos también se levantaron y le siguieron.
Sorprendida, la mujer les pregunto a Riqueza y Éxito ¿y ustedes por qué vienen? ¿No me dijeron que sólo podía invitar a uno de ustedes?
Los viejitos respondieron juntos: Si hubieras invitado a Riqueza o Éxito, los otros dos nos hubiéramos quedado afuera, pero como decidieron invitar a Amor, donde sea que él vaya, nosotros vamos con él.
Donde quiera que haya Amor, ahí también habrá Riqueza y Éxito.
 
Esta semana escuchaba una frase que me impacto mucho, un cantante profesional comentaba que en un momento de su vida debió decidir entre su pasión o su profesión, lógicamente se decidió por su gran pasión, y nunca se había arrepentido.....pero estoy mas que seguro que si la profesión que estaba estudiando lo hubiera apasionado mas que la música....su historia tendría también un final lleno de éxitos.
La expresión máxima del amor es la pasión, así como puedes llegar a amar a alguien apasionadamente, lo puedes hacer por todo lo que haces.
 
Echemos un vistazo a cuatro verdades sobre la pasión y qué pueden hacer por ti como líder.
 
1. La pasión es el primer paso para la realización personal
 
Tu deseo determina tu destino. Piensa en grandes líderes y quedarás impresionado por su pasión: Gandhi por los derechos humanos, Winston Churchill por la libertad, Martin Luther King Jr. por la igualdad, Bill Gates por la tecnología.
Cualquiera que viva por encima de una vida común tiene un gran deseo. Esto es cierto en cualquier campo: deseos débiles traen resultados flojos, así como un fuego pequeño produce poco calor. Mientras más fuerte sea tu fuego, más grande será el deseo y más grande el potencial.
 
2. La pasión aumenta tu fuerza de voluntad
 
Cuentan que un joven poco entusiasta se acercó al filósofo griego Sócrates y le dijo con cierto desgano: «Oh, gran Sócrates, vengo a usted en busca de conocimiento».
El filósofo lo llevó hasta el mar, avanzó hasta lo profundo y lo sumergió por treinta segundos. Cuando lo soltó para que tomara aire, le pidió que repitiera lo que quería. El joven farfulló: «Conocimiento, gran conocimiento». Sócrates lo empujó debajo del agua otra vez, solo que ahora un poco más de tiempo.
Después de repetirlo varias veces, el filósofo le preguntó: «¿Qué quieres?», el joven finalmente contestó jadeando: «¡Aire, quiero aire!». «Bueno», respondió Sócrates, «Ahora, cuando quieras el conocimiento así como quieres el aire, lo tendrás».
No hay sustituto para la pasión. Es el combustible de la voluntad. Si quieres cualquier cosa escasamente, no tendrás la voluntad para lograrlo. La única forma de tener esa clase de deseo es desarrollar la pasión.
 
3. La pasión te cambia significativamente
 
Si te dejas llevar por la pasión, en vez de las percepciones de otros individuos, llegarás a ser una persona más dedicada y productiva. Eso aumentará tu capacidad de impactar a los demás. Al final, tu pasión tendrá más influencia que tu personalidad.
 
4. La pasión hace posible lo imposible
 
El ser humano está hecho de tal forma que cuando cualquier cosa enciende el alma, desaparece lo imposible. Un fuego en el corazón ilumina todo en su vida, es por eso que los líderes apasionados son muy efectivos. Un líder con una gran pasión y pocas habilidades siempre sobrepasa a un líder con grandes habilidades y poca pasión.
A pesar del poder de la pasión, muchas personas en nuestra cultura parecen creer que la pasión es algo de lo que debemos estar recelosos. El psicólogo Tony Campolo ha hecho la siguiente observación: «Estamos atrapados en una etapa específica de nuestro genio nacional en la que no solo somos materialistas sino peor que eso; estamos convirtiéndonos en personas emocionalmente muertas. No cantamos, no bailamos, ni siquiera cometemos pecado con mucho entusiasmo».
¿Es la pasión una característica de tu vida? ¿Te levantas con entusiasmo por el nuevo día? ¿Es el primer día de la semana tu día favorito?, o ¿vives de fin de semana en fin de semana como sonámbulo a través de tu rutina de todos los días? ¿Qué tiempo hace desde que no puedes dormir porque estabas demasiado excitado por una idea?
Si la pasión no es una cualidad en tu vida, estás en problemas como líder. La verdad es que nunca podrás dirigir algo por lo cual no te sientas apasionado. No puedes prender un fuego en tu organización a menos que primero se encienda en ti.
 
TE DESEO QUE:
Cuando te encuentres en medio del dolor y las pruebas, puedas encontrar la paz y el consuelo. . .
Cuando te falte la fe y dudes, puedas encontrar la confianza en Dios que lo cambia todo…
Cuando estés cansado y triste, encuentres fuerzas y el ánimo necesario…
Cuando te asalte el temor y la soledad, el amor de Dios llene tu vida…
Invites a AMOR a llenar por completo tu corazón.
 
La pasión es contagiosa. Trata de pasar tiempo con alguien que pueda contagiarte de fervor y entusiasmo por mejorar cada día.
La pasión te acerca a Dios. Procura pasar la mayor parte del día sintiendo pasión por lo que haces.

viernes, 12 de octubre de 2012

LA PACIENCIA

       "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
        benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza;
        contra tales cosas no hay ley."

                                                       Gálatas 5:22-23

Evidentemente la paciencia es considerada uno de los frutos del espíritu.
 

El nombre paciencia, en las Escrituras hebreas, no se encuentra en el Antiguo Testamento.
 
En su lugar encontramos el adjetivo paciente. Tal vez sea importante que el primer uso de la palabra esté en una de las primeras listas de los atributos de Dios:
 

Entonces pasó el Señor por delante de él[de Moisés] y proclamó:
 
 
El Señor, el Señor, Dios compasivo y clemente, lento   para la ira y abundante   en misericordia y verdad

                                                               (Éxodo 34:6).




La palabra hebrea que se traduce «lento para la ira» es una de las más comúnmente usadas en el Antiguo Testamento
para indicar paciencia.
Hay un termino que a calado en nuestra mente durante toda la vida y es "La paciencia de Job" asiendo referencia a los padecimientos que debió sufrir este personaje. el cual perdió a sus hijos, ganado y pertenencias en cuestión de minutos, además de haber sido sometido a crueles enfermedades (lealo Ud. mismo en los capítulos 1 y 2 del libro de Job). Para algunos estudiosos de la biblia el período de sufrimiento de Job tal vez duró unos meses, quizá menos de un año. Sabemos por experiencia que las pruebas severas parecen no tener fin, pero no debemos olvidar que sí terminan, como lo ejemplifica el caso de Job. Ahora bien, sin importar lo largas que sean las pruebas que soportemos, tengamos presente el apoyo divino que se refleja en estas palabras inspiradas: “Aunque la tribulación es momentánea y liviana, obra para nosotros una gloria que es de más y más sobrepujante peso y es eterna” (2 Corintios 4:17). El apóstol Pedro escribió: “Después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, el Dios de toda bondad inmerecida, que los llamó a su gloria eterna en unión con Cristo, terminará él mismo el entrenamiento de ustedes; él los hará firmes, él los hará fuertes” (1 Pedro 5:10).
A mi parecer un apelativo merecido, tal vez por su padecimiento, mas no por lo prolongado de su prueba, por el contrario si medimos la paciencia por el tiempo, encontaremos algunos personajes como Noé, es un ejemplo primordial de paciencia. Su tarea de 120 años de edificar el arca tiene que ser uno de los ejemplos más asombrosos de perseverancia en la historia. Rodeado de una civilización maligna que se había vuelto violenta e impía hasta el tuétano, debe haber recibido burlas sin fin.
Abraham y Sara también son mencionados en Hebreos 11. Algunos de los datos de sus vidas demuestran las terribles
consecuencias de la impaciencia, aunque a la larga perseveraron por medio de la fe, y la creación prometida por Dios de un «pueblo escogido» especial se cumplió por medio de ellos. Y que no hablar de Moisés su vida ilustra tanto la impaciencia como la paciencia. Sin embargo, con todo Moisés demuestra una perseverancia y un aguante asombrosos… en cuotas de 40 años. Durante 40 años mantuvo su fe en el único Dios, Jehová, mientras era educado en las cortes de la politeísta Egipto. De hecho,fue su creencia en el Dios de los hebreos lo que motivó un acto costoso de impaciencia.Mientras agonizaba por la cruel cautividad de su pueblo,impulsivamente golpeó y mató a un amo egipcio que estaba abusando de uno de los hebreos. José, su antepasado, había profetizado muchos años antes que Dios liberaría a los hijos de Israel y los llevaría de vuelta a la tierra prometida a Abraham (Génesis 50:24). De manera
que Moisés pudo haber confiado pacientemente en esa predicción, permitiendo que el plan de Dios se manifestara en el tiempo de Dios. Puesto que no lo hizo pasó otros 40 años soportando el desierto de Madián cuidando ovejas





No tenemos ningún registro de que Dios se comunicara alguna vez con él directamente durante esos largos años. Así que cuando Dios entró dramáticamente en su vida en la zarza ardiente (Éxodo 3), Moisés ya había pasado muchos años en la escuela de la paciencia.



Cuando Dios pidió a Moisés que sacara a su pueblo de Egipto y lo llevara a la Tierra Prometida, Moisés descubrió al poco tiempo que todavía seguía «en la escuela». En vez de graduarse a una vida de comodidades, Moisés tuvo que soportar otros 40 años de extremas pruebas, dificultad y sufrimiento en el desierto, junto a todo el pueblo de Israel.
 
 
Pero el mayor ejemplo de paciencia nos lo dio el propio Jesús. La palabra nos muestra en Lucas 3: 41-52 que siendo Jesús de 12 años fue con sus padres a Jerusalén, en determinado momento Jesús se perdió y fue dejado por sus padres en esta ciudad pensando que el iba en la caravana de regresó junto con el resto de familiares, al no encontrarlo sus padres regresaron y lo encontraron en el templo sentado en medio de los maestros, todos los que le oían se asombraban de su entendimiento y sus respuestas. Jesús siendo consiente de que a esa edad ya estaba preparado, por lo menos en lo que concierne al conocimiento, pacientemente decidió sujetarse a sus padres y regresar con ellos esperando su tiempo. Recordemos que Jesús solo inicio su ministerio a los 30 años de edad y este solo duro 3 años, pero transformo al mundo. Ahora hablando en términos de paciencia, es mandatorio mencionar todo el padecimiento que Jesús tuvo que vivir antes de su muerte.
 
La paciencia no es pasividad ante el sufrimiento, no reaccionar o un simple aguantarse: es fortaleza para aceptar con serenidad el dolor y las pruebas que la vida pone a nuestra disposición para el continuo progreso interno.
A veces las prisas nos impiden disfrutar del presente. Disfrutar de cada instante sólo es posible con unas dosis de paciencia, virtud que podemos desarrollar y que nos permitirá vivir sin prisas. La paciencia nos permite ver con claridad el origen de los problemas y la mejor manera de solucionarlos.