martes, 14 de agosto de 2012

SIEMPRE HAN ESTADO AHI.


                    "Un ser humano no puede directamente escoger
                   sus circunstancias, pero sí puede escoger sus
                   pensamientos e indirectamente -y con seguridad-
                   darle forma a esas circunstancias." 

                                                             James Allen.


Había una vez en la ciudad de Cracovia, un anciano piadoso y solidario que se llamaba Izy. Durante varias noches, Izy soñó que viajaba a Praga y llegaba hasta un puente sobre un río; soñó que a un costado del río y debajo del puente se hallaba un frondoso árbol. Soñó que él mismo cavaba un pozo al lado del árbol y que de ese pozo sacaba un tesoro que le traía bienestar
y tranquilidad para toda su vida.

 Al principio Izy no le dio importancia, pero después de repetirse el sueño durante varias semanas, interpretó que era un mensaje y decidió que él no podía desoír esta información que le llegaba de Dios o no se sabía de dónde, mientras dormía.

Así que, fiel a su intuición, cargó su mula para una larga travesía y partió hacia Praga.

Después de seis días de marcha, el anciano llegó a Praga y se dedicó a buscar, en las afueras de la ciudad, el puente sobre el río.

No había muchos ríos, ni muchos puentes. Así que rápidamente encontró el lugar que buscaba. Todo era igual que en su sueño: el río, el puente ya un costado del río, el árbol debajo del cual debía cavar.

 Sólo había un detalle que en el sueño no había aparecido: el puente era custodiado día y noche por un soldado de la guardia imperial.

Izy no se animaba a cavar mientras estuviera allí el soldado, así que acampó cerca del puente y esperó. A la segunda noche el soldado empezó a sospechar de ese hombre cerca de su puente, así que se aproximó para interrogarlo.

El viejo no encontró razón para mentirle. Por eso le contó que venía viajando desde una ciudad muy lejana, porque había soñado que en Praga debajo de un puente como éste, había un tesoro enterrado.

 El guardia empezó a reírse a carcajadas:

—Mira que has viajado mucho por una estupidez –le dijo el guardia—. Hace tres años que yo sueño todas las noches que en la ciudad de Cracovia, debajo de la cocina de la casa de un viejo loco, de nombre Izy, hay un tesoro enterrado. Ja...Ja!... mira si yo debiera irme a Cracovia para buscar a este Izy y cavar debajo de su cocinaaaaa... Ja... Ja... Ja!!.... Izy agradeció humildemente al guardia y regresó a su casa.

 Al llegar, cavó un pozo debajo de su propia cocina y sacó el tesoro que siempre había estado allí enterrado.

Las cosas que deseas siempre  han estado al alcance de tu mano.

En cierta ocasion se reunieron todos los Dioses y decidieron
crear al hombre y la mujer; planearon hacerlo a su imagen
y semejanza, entonces uno de ellos dijo: esperen, si los vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza, van a tener un cuerpo igual al nuestro, fuerza e inteligencia igual a la nuestra, debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, de no ser asi, estaremos creando nuevos dioses. Debemos quitarles algo, pero, Que les quitamos? Despues de mucho pensar uno de ellos dijo: ya se!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser donde esconderla para que no la encuentren jamas. Propuso el primero: Vamos a esconderla en la cima del monte mas alto del mundo; a lo que inmediatamente repuso otro: no, recuerda que les dimos fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabran donde esta. Luego propuso otro: Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar, y otro contesto: no, recuerda que les dimos inteligencia, alguna vez alguien va construir una esquina por la que pueda entrar y bajar y entonces la encontrara.
Uno mas dijo: Escondamosla en un planeta lejano a la Tierra. Y le dijeron: No, recuerda que les dimos inteligencia, y un dia alguien va construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendran felicidad y seran iguales a nosotros. El ultimo de ellos, era un Dios que habia permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demas dioses, analizo en silencio cada una de ellas y entonces rompio el silencio y dijo: creo saber a donde ponerla para que realmente nunca la encuentren, todos
voltearon asombrados y preguntaron al unisono: A donde?
La esconderemos dentro de ellos mismos, estaran tan ocupados buscandola fuera, que nunca la encontraran. Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces ha sido asi, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.

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Dios los bendiga