lunes, 16 de julio de 2012

TODO ES POSIBLE

                                          "Todos los días Dios nos da un
                                          momento en que es posible
                                          cambiar todo lo que nos hace
                                          infelices. El instante mágico es el
                                          momento en que un sí o un no
                                          pueden cambiar toda nuestra
                                          existencia."
                                                        Paulo Coelho

Alison Lapper nació el 7 de abril de 1965 en Burton , Staffordshire, Inglaterra. Hasta el momento de dar a luz todo sería normal, pero demasiado pronto su vida daría un giro radical, Alison nació perfectamente pero con una particularidad que le marcaría de por vida, no tendria brazos y sus piernas serían más cortas de lo normal.
Con un mundo todavía por delante Alison lejos de venirse abajo, ha sido todo un ejemplo para la sociedad británica y la sociedad en general. A continuación, trataremos y nos adentraremos un poco en su dura y complicada vida.

En su infancia, Alison fue abandonada por sus padres, tenía cuatro meses cuando su madre aceptó verla por primera y última vez. A su padre no le conoce. Eran obreros de una fábrica automovilística en el condado de Yokshire y se separaron cuando ella nació. También tiene una hermana, sin minusvalías, tres años más mayor a la que apenas conoce.
Por lo tanto, Alison pasó toda su infancia en un colegio de disminuidos rodeada de otros niños que se parecían a ella físicamente. “Éramos varios niños sin miembros, a consecuencia de la ola de la talidomida. Para nosotros era difícil adquirir el equilibrio. No podíamos estar sentados sin caernos y éramos incapaces de levantarnos. Entonces, nos cogían y nos colocaban sobre un zócalo de escayola. Éramos niños de exposición“, recuerda Alison sonriendo.
Desde que tenía tres meses han intentado implantarle brazos y piernas artificiales. Pero ella misma afirmaba que aquello era pesado y poco confortable. “Con esos aparatos me sentía más torpe todavía. Desde que supe hablar pedí que me los quitaran. La gente abusa de su poder sobre los niños. De hecho, esas prolongaciones no me las ponían tanto por mi bien cuanto por el suyo“.
Cuando cumplió 12 años comprendió realmente que era minusválida. “Hasta entonces estuve demasiado ocupada siendo niña“. Pero en este momento abandonó la niñez para adentrarse en la pubertad y comenzó a comprender su diferencia. Con violencia fue arrojada fuera de la infancia para convertirse en una mujer; las líneas de su cuerpo comenzaban a diseñarse y ella deseaba ser bella y seductora. Sin embargo, supo salir adelante.
Ella no se resignó y, con 19 años, viajó sola a Londres para diplomarse en Bellas Artes y convertirse entonces en una reconocida pintora.

Comenzó a pintar a los tres años. “Pinto con la boca a golpe de pequeños movimientos secos de cabeza, como hacen esos perros colocados en el salpicadero del coche“, explica. Su pintura ha obtenido el reconocimiento y ha sido premiada con la mayor condecoración de Inglaterra, el Member of the British Empire (MBE) por los servicios prestados al arte. Se la entregó la reina en persona. “No sé cuáles son exactamente esos servicios. Tampoco sé quién me propuso para este título. El voto es anónimo. Quiero creer que sólo se ha juzgado mi trabajo artístico y no mi deformidad”.
A lo largo de su vida ha tenido que soportar exclusiones y miradas de rechazo por ser diferente, pero ha sabido ver el lado positivo y salir adelante.
Mas tarde, Alison quedó embarazada pero al igual que con sus padres, también fue abandonada por su novio, pero ella decidió seguir adelante a pesar de las dudas y el temor de que el bebé heredara su deficiencia. Por suerte, Parys nació perfectamente sano, Alison le dió el pecho un buen tiempo y continuó con su trabajo como pintora, como cualquier madre independiente. Aunque la vida se lo ha puesto difícil, es admirable como el instinto y la voluntad de esta mujer le permitieron criar a su hijo con total naturalidad.


Lo increíble era ver cómo, a pesar de la deformidad de Alison, Parys sonreía, jugaba y hacía su vida de lo más normal, como cualquier bebé. Para él, como para todos los bebés, su madre es su referente máximo de amor sin importarle si es pequeña, alta, guapa, fea o si le faltan los dos brazos.

Aunque naturalmente contaba con ayuda, Alison acababa el día agotada, y no es para menos. Lo que para todas las madres es un simple gesto cotidiano como calentar el biberón, cambiar un pañal o vestir al bebé, para Alison significa toda una hazaña.

Entre septiembre de 2005 y finales de 2007, el artista inglés Marc Quinn le realizó una escultura en sus honor y estuvo posada durante todo ese periodo de tiempo en la que posiblemente sea la plaza más emblemática de toda inglaterra, Trafalgar Square en Londres.

Hace mas de 10 años, en el 2001, el programa de RTVE “Documentos TV” decidió dedicarle un completo reportaje acerca de su vida, por lo cual os invito a que tomeis una pequeña parte de vuestro tiempo y lo visualiceis, no tiene ningún desperdició. Además, en el tercer video, totalmente en inglés pero perfectamente comprensible si conocen el idioma, podreis contemplar más momentos de su vida como su dia a dia junto a Parys y el momento en el cual se inauguró en Trafalgar Square la escultura en su honor.

Sin lugar a dudas, todo un gran ejemplo de superación personal que debería de hacernos reflexionar a cada uno de nosotros sobre la vida que llevamos y a aprender a valorar todo lo que podemos realizar y lo que tenemos junto a nosotros, por muy pequeño que ese gesto sea. Por suerte para Alison, Parys junto a la pintura, son hoy en dia su principal motivo por el que vivir, los latidos de su corazón, su alma.

Recuerda: "Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible." Marcos 9:23 

"Sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan" (Hebreos 11:6) Por lo tanto, todo aquél que cree en Dios, recibirá el cumplimiento de las promesas que Dios le ha dado. Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta; todas sus promesas son SÍ y son AMÉN. Si Dios es fiel para aquellos, que sin ser sus hijos, se acercan a Él con fe, ¿cuánto más será fiel para con sus hijos? Conforme a tu fe será hecho. Para el que le cree a Dios, TODO, TODO, le es posible.

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Dios los bendiga