martes, 13 de marzo de 2012

UN AMOR VERDADERO


                            " Ama y haz lo que quieras.
                    Si callas, callarás con amor;
                    Si gritas, gritarás con amor;
                    Si corriges, corregirás con amor,
                    Si perdonas, perdonarás con amor."


                                                                  Tácito




Un famoso maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que estaban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando este se apaga en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio.


El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les relato lo siguiente: " Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno y sufrió un infarto. Cayo. Mi padre la alcanzó, la levanto como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, rebasando, sin respetar los altos, condujo hasta el hospital. Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.


Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas. El pidió a mi hermano teólogo que le dijera, donde estaría mamá en ese momento.


Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturó como y donde estaría ella. Mi padre escuchaba con gran atención. De pronto pidió "llévenme al cementerio". "Papa" respondimos " ¡Son las 11 de la noche! ¡No podemos ir al cementerio ahora!" Alzo la voz y con una mirada vidriosa dijo: "No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años". Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador, con una linterna llegamos a la lapida. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos: "Fueron 55 buenos años... saben Nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así". Hizo una pausa y se limpio la cara. "Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis. Cambio de empleo" continuó "Hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores... hijos, ahora se ha ido y estoy contento, ¿saben por qué?, porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida.


Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera..." Cuando mi padre termino de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lágrimas. Lo abrazamos y el nos consoló: "Todo esta bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día". Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, más bien se vincula al trabajo y al cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas. Cuando el maestro termino de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron debatirle. Ese tipo de amor era algo que no conocían.


Para los occidentales el significado de la palabra amor es uno solo: “Sentimiento intenso de atracción emocional y sexual que se tiene hacia una persona con la que se desea compartir una vida en común”.


Dentro del contexto de los antiguos griegos, la palabra amor tenía varias interpretaciones:


Epitimia: Esta palabra expresaba un fuerte deseo.

Significa poner el corazón en algo, anhelar, codiciar. Cuando se la usa con sentido negativo se traduce como "codicia". En un sentido positivo, se entiende como "deseo".

En la pareja, ambos deben tener un fuerte deseo físico el uno por el otro, que se exprese en el deleite de vivir mutuamente su sexualidad. Es lo sano de una relación de amor.

Eros: expresión que comunica más que cualquier otra la idea de idilio.

Se ha pensado que eros se refiere exclusivamente a lo sensual y físico, por causa del uso de la palabra "erotismo", pero eso no es así. Eros no se refiere siempre a lo sensual, sino que incluye el anhelo de unirse con el ser amado y el deseo de llegar a ser uno con él. En cierto modo expresa la idea de fusión.

El amor erótico es romántico, apasionado y sentimental. A menudo, es el punto de comienzo de la relación de una pareja, y es la clase de amor de los enamorados, del cual se escriben canciones y al cual se dedican poemas.

Storge: podría describirse como una relación compuesta de afecto natural y el sentimiento de pertenecerse el uno al otro.

Es el que comparten padres e hijos y hermanos entre sí.

Este tipo de amor en la pareja satisface la necesidad que tenemos de pertenecer; de ser parte de un círculo estrecho donde las personas se cuidan y son leales unas a otras.

Phileo: El amor filial aprecia y tiene tierno afecto por el ser amado. Es un amor de relación, camaradería, participación, comunicación, amistad.

Mientras que el amor erótico hace amantes, el amor filial hace amigos íntimos que disfrutan de la cercanía y del compañerismo, que comparten mutuamente los pensamientos, los sentimientos, las actitudes, el tiempo, los intereses, los planes y los sueños, o sea lo más íntimo que no compartirían con ninguna otra persona.

Ágape: es el amor desinteresado que tiene la capacidad de dar  y continuar dando sin esperar nada a cambio.

El amor desinteresado valora y sirve, en contraste con el amor filial que aprecia y disfruta.

El amor desinteresado es de particular significación para los que están tratando de proteger o salvar su relación de pareja y mantener o restaurar el amor perdido.

El amor ágape se ejerce por una decisión de la voluntad y no depende de los sentimientos. Es un amor de acción, no de emoción. Se concentra en lo que se dice y hace, y no en lo que se siente.

Es el amor en su forma más pura, no es extraño que los griegos lo consideraran un don divino. De hecho paro los cristianos, el amor ágape es considerado el amor de Dios.

Uno no puede ni entender este tipo de amor, menos practicarlo sin entender primero que esto es la mera esencia de Dios. 1 de Juan 4:7 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.”

Pero la mayor muestra de amor ágape, se la enseña Jesús a sus  discipulos en Mateo 5:43-44 43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.

44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”

Qué fácil es amar a quien nos ama, nos respeta; nos brinda cariño, admiración, lealtad, fidelidad. Pero qué difícil es siquiera perdonar, cuanto más será amar a quien nos hirió.

Aprendamos del amor de Dios. Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Cuantos estaríamos dispuestos a entregar a nuestro único hijo, el don más preciado, para la salvación de un montón de pecadores. Definitivamente, solo Dios con su infinito amor ágape hacia nosotros.

Efesios 5:2 nos hace la siguiente invitación “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.”

Reconoce el gran sacrificio que hizo Dios, para hacernos libre del pecado. Te parece justo seguir desperdiciando la vida en algo que el Señor ya pago por nosotros.

Es hora de renovar el camino. Si este es tu deseo, te invito a que leas en voz alta esta oración:

Padre en el nombre de Jesús, te doy las gracias en este maravilloso día. Hoy estoy delante de tu presencia para buscar más de ti. Te reconozco como el único Dios y salvador.


Padre Celestial, hoy reconozco que he pecado contra ti y te pido que me perdones.

Hoy me declaro una nueva persona, las cosas viejas pasaron y he aquí, todas son hechas nuevas.


Te pido que escribas mi nombre en el libro de la vida y que no sea borrado jamás.

 
Te pido esto en el nombre de Jesús, mi nuevo Salvador y Señor, Amén.



Dios los bendiga grandemente.

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