martes, 10 de abril de 2012

TU DECIDES SI APROVECHAS LA OPORTUNIDAD O NO....

                                 "Ningún hombre tiene la oportunidad de
                                  disfrutar de un éxito permanente hasta
                                  que empieza a buscar en el espejo la
                                  verdadera causa de todos sus errores"

                                                                  Napoleón Hill.

La vida siempre estará llena de oportunidades, el aprovecharlas o no siempre sera una desicion solo tuya. Las consecuencias serán variables, dependiendo de la oportunidad brindada.
Para la tripulación de aquella famosa misión del Apolo 13, aprovechar esta única oportunidad, era un caso de vida o muerte, ellos decidieron darse la oportunidad de vivir, a pesar de que todo, absolutamente todo el panorama era adverso.
Apolo 13 fue la séptima misión tripulada del programa Apolo de los Estados Unidos de Norte América y la tercera con la intención de alunizar.
La nave fue lanzada el 11 de abril de 1970, y desde antes de su despegue ya se presentaban algunos inconvenientes, Ken Mattingly fue seleccionado originalmente para ser piloto del módulo de comando. Siete días antes del lanzamiento, Charles Duke fue contagiado de rubéola por uno de sus hijos. Esto expuso a ambas tripulaciones, que entrenaban juntas. Mattingly fue al único que se le encontró que de niño no había padecido ésta enfermedad y por lo tanto no era inmune. Tres días antes del lanzamiento y ante la insistencia del médico de vuelo, Swigert fue ascendido a la tripulación principal. Así la tripulación para el vuelo estuvo compuesta por Lovell, Haise y Swigert.
Mattingly nunca presentó síntomas de rubeola y fue asignado como piloto del modulo de comando para la tripulación de Young, la cual después voló el Apolo 16 (la quinta misión destinada a alunizar). Imagino que para este hombre ser reemplazado de la mision a escasos tres dias, fue bastante frustrante, maxime cuando las sospechas nunca fueron realidad, ya que nunca presento sintomas de la enfermedad, pero este mismo hombre, fue el que hizo posible el regreso de la tripulacion a salvo, despues de haber modificado el protocolo en su totalidad para aprovechar los recursos existentes en la nave a raiz del incidente. Todo en la vida tiene una razon de ser, si no recuerda cuantas personas se salvaron de morir en el atentado a las torres gemelas, por llegar tarde debido a una u otra situacion.
La misión empezó con un pequeño incidente: durante el vuelo de la segunda etapa, el motor central se apagó dos minutos antes de lo previsto. Los cuatro propulsores externos estuvieron encendidos más tiempo para compensarlo, y el vehículo continuó hacia una órbita exitosa.
Rumbo a la luna, aproximadamente a 200.000 millas (321.868,8 km) de la tierra el Control de Misión le pidió a la tripulación que encendieran los ventiladores de los tanques de hidrógeno y oxígeno, los cuales estaban destinados a estratificar los contenidos criogénicos e incrementar la precisión de las lecturas de cantidades. Aproximadamente 93 segundos después los astronautas escucharon una gran explosión, acompañado de fluctuaciones en la energía eléctrica. La tripulación inicialmente pensó que un meteorito había chocado con el módulo lunar.
Pero lo que en realidad pasó fue que el tanque de oxígeno número 2, uno de los dos tanques ubicados en el módulo de servicio había explotado. Un aislamiento de teflón dañado en los cables que iban a los ventiladores dentro del tanque 2 permitió que los cables hicieran cortocircuito. El fuego resultante incrementó la presión más allá de su límite y el domo del tanque se rompió, llenando la bahía de células de combustible (Sector 4) con oxígeno que se expandió rápidamente.
El daño en el módulo de servicio hizo que un alunizaje fuese imposible, así que el director de vuelo Gene Kranz inmediatamente abortó la misión. Los planes de aborto existentes, hechos en 1966, fueron evaluados; el plan más rápido era una trayectoria de aborto directo, la cual requería usar el motor del módulo de servicio para lograr un gran cambio en la velocidad para esencialmente cambiar la trayectoria de la nave. A pesar de que éste plan llevaría a los hombres de manera más rápida a casa y con la menor pérdida de insumos, era altamente impráctico por las siguientes razones:
  • Era práctico solo en una etapa temprana de la misión, antes de que la nave entrara a la esfera gravitacional de la Luna, lo cual ya le había sucedido al Apolo 13 en el momento del accidente.
  • No había manera práctica de obtener energía eléctrica para encender el motor.
  • Se temía que si el tanque de oxígeno explotó el motor hubiese resultado dañado, impidiendo que el motor fuese encendido de manera segura.
Por éstas razones, Kranz y el director de vuelo adjunto Cris Kraft eligieron un regreso libre circumlunar, utilizando la gravedad de la Luna para regresar la nave hacia la tierra, acelerando un poco la nave antes del apoastro para ayudar a acelerar el regreso. Sin embargo, el Apolo 13 ya había dejado su trayectoria de regreso libre inicial posteriormente en la misión, como requerimiento para el alunizaje que estaba planeado en Fra Mauro. Por esa razón, la primera orden fue restablecer la trayectoria por medio de un pequeño impulso del sistema de propulsión del módulo lunar. El motor de descenso fue utilizado nuevamente para la aceleración antes del Apoastro. Se encendió solo una vez más para una corrección menor de la trayectoria.
Para lograr un regreso seguro se requirió que tanto la tripulación como el personal de apoyo actuaran con gran ingenio bajo extrema presión.
Los suministros del módulo lunar estaban previstos para mantener a dos personas por tan solo dos días y no a tres personas durante cuatro días. El oxígeno era el menor suministro crítico, ya que el módulo traía suficiente como para re-presurizar el módulo lunar después de cada actividad extra-vehicular. A diferencia de los demás módulos, que eran impulsados por celdas de combustible que producían agua como subproducto, el modulo lunar era impulsado por baterías de óxido de plata, así que la energía eléctrica y el agua (utilizada para enfriar el equipo y para beber) eran suministros críticos.
Para mantener los sistemas de soporte de vida y de comunicaciones operacionales hasta el regreso, el módulo lunar fue reducido a los niveles de energía más bajos posibles.
El limitado hidróxido de litio que servía para eliminar el dióxido de carbono era un problema serio. Los suministros de LiOH internos del módulo lunar no eran suficientes para mantener a la tripulación hasta el regreso y el remanente estaba guardado en la etapa de descenso, fuera de alcance.
El módulo de comando tenía una cantidad adecuada de contenedores de LiOH, pero estos eran incompatibles con el módulo lunar. Los ingenieros en tierra improvisaron una forma de unir los contenedores con forma de cubo del modulo de comando a las entradas cilíndricas del modulo lunar, jalando aire por medio de una manguera. Los astronautas llamaron a éste dispositivo “el buzón”.
Otro problema que debía resolverse para lograr un regreso seguro era conseguir un encendido completo del módulo de comando apagado, de la nada; cosa que nunca se había hecho en vuelo. El controlador de vuelo Jhon Aaron, con ayuda del astronauta Mattingly y muchos ingenieros y diseñadores, tuvo que inventar un nuevo protocolo para lograr esto con el suministro limitado de energía y el tiempo tan corto. Esto fue demasiado complicado por el hecho de que los reducidos niveles en el modulo lunar causaron que la temperatura descendiera considerablemente. El módulo de comando sin energía, se enfrió a tal grado que el agua se empezó a condensar en las superficies sólidas, causando preocupación de que este hecho pudiera dañar los sistemas eléctricos cuando se reactivaran. Esto resultó no ser un problema, en parte por las extensivas mejoras en el aislamiento eléctrico aplicadas después del fuego en el Apolo 1.
Al acercarse a la Tierra, la tripulación separó el módulo de servicio para tomar fotos que serían utilizadas en análisis posteriores. Fue en ese momento que la tripulación se sorprendió al ver por primera vez que el panel del Sector 4 había desaparecido. De acuerdo con los analistas, estas fotos mostraban también daños en la antena.
Finalmente la tripulación separó el módulo lunar “Aquarius”, dejando el módulo de comando “Odissey” para comenzar su solitaria entrada través de la atmósfera. Una entrada lunar normal está acompañada por cuatro minutos sin comunicaciones, periodo al que se le llamó “velo negro” y que es causado por la ionización del aire alrededor del módulo de comando. La posibilidad de un daño al escudo térmico, causada por la ruptura del tanque de oxigeno, elevó la tensión durante el velo negro, el cual tomó 33 segundos más de lo normal.
Sin embargo, “Odissey” re-estableció el contacto por radio y acuatizó a salvo en el Pacífico Sur, al sureste de la Samoa Americana y a 6.5 km del barco de recuperación.
La tripulación estaba en buenas condiciones exceptuando a Haise, quién sufría de una seria infección en el tracto urinario por la falta de agua. Para evitar alterar la trayectoria de la nave, se le ordenó a la tripulación parar la tirada de desperdicios urinarios.

Con seguridad fueron muchos los momentos en que la tripulacion estuvo a punto de tirar la toalla y dejarse morir, pero su apoyo constante y perseverancia los llevo a salvar sus vidas.
La proxima vez que creas que no hay nada que hacer, que las cosas no tienen solucion, solo atrevete a dar un paso mas y otro mas........

 




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Dios los bendiga