lunes, 16 de abril de 2012

LA BONDAD DE LA PACIENCIA


                               "La paciencia es la fortaleza del débil y
                                la impaciencia, la debilidad del fuerte."
                                                                
                                                        Immanuel Kant.
EL BAMBÚ JAPONÉS

EL BAMBÚ JAPONES



No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego.

También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita seas!

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes:
Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece
¡más de 30metros!

¿Tardó sólo seis semanas crecer?

No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.

Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.

Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.

Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.

De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.
Y esto puede ser extremadamente frustrante.

En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos -, ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos-, si está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.

Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.

El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.
Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.
Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.

Tiempo... Cómo nos cuestan las esperas, qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos...

Apuramos a nuestros hijos en su crecimiento, apuramos al chofer del taxi... nosotros mismos hacemos las cosas apurados, no se sabe bien por qué...

Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés...
¿Para qué?

Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación.
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes...
quizá solo estés echando raíces....
 

La paciencia es una virtud bien distinta de la mera pasividad ante el sufrimiento; no es un no reaccionar, ni un simple aguantarse: es parte de la virtud de la fortaleza, y lleva a aceptar con serenidad el dolor y las pruebas de la vida, grandes o pequeñas. Identificamos entonces nuestra voluntad con la de esa “chispa” divina de la que procedemos, y eso nos permite mantener la fidelidad en medio de las persecuciones y pruebas, y es el fundamento de la grandeza de animo y de la alegría de quien está seguro de hacer lo que le dicta su propia conciencia.
La paciencia es un rasgo de personalidad madura. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan ya que piensan que a las cosas que no dependen estrictamente de uno hay que darles tiempo.
La persona paciente tiende a desarrollar una sensibilidad que le va a permitir identificar los problemas, contrariedades, alegrías, triunfos y fracasos del día a día y, por medio de ella, afrontar la vida de una manera optimista, tranquila y siempre en busca de armonía.
Es necesario tener paciencia con todo el mundo, pero, en primer lugar, con uno mismo.

En la biblia encontramos claros ejemplos de esta gran virtud:

Abraham espero durante casi 25 años a que Dios hiciera efectiva su promesa de otorgarle un hijo con su esposa Sara, a pesar de ser ambos de edad avanzada. Moisés luego de contar con todos los privilegios que le ofrecía ser "hijo" de una de las hijas del faraón, debió esperar pacientemente como pastor de ovejas en el desierto, hasta que fue delegado por Dios para librar su pueblo, Israel, de la esclavitud a que fue sometido por 400 años en Egipto.
Pero el mas memorable fue Job, que a pesar de ser un hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Padre de 10 hijos, siete varones y 3 mujeres, un hombre muy prospero, contaba entre otros con una hacienda con 7.000 ovejas, 3.000 camellos, 500 yuntas de bueyes, 500 asnas y muchisimos criados, era considerado el varón mas prospero que todos los orientales. Pero un día Dios permitio a satanás que tocara todo lo que tenia, menos su vida, y comprobar que a pesar de cualquier oprobio que pudiera padecer, jamas, oigase bien, jamas renegaría de Dios. Fue así como un día le fueron robados todos sus bueyes y asnas, matando a sus criados. Además de matar todas sus ovejas y pastores, con fuego que cayó del cielo. También sus enemigos los Caldeos, robaron la totalidad de sus camellos y asesinaron a los criados que los cuidaban y como si fuera poco, todos sus hijos disfrutaban en la casa del primogénito y un huracán destruyo y tumbo la casa, muriendo la totalidad de sus hijos e hijas. A pesar de todo esto, no renegó ni otorgo culpa a Dios, por lo tanto en un nuevo intento de satanás le fue contagiada una sarna mortal desde el dedo de su pie hasta su coronilla, pero Job conservo su integridad. Debió padecer los ataques de su mujer para que renegara del creador, pero no lo hizo, además sus amigos le acusaban de ocultar un gran pecado y como consecuencia de esto su gran padecimiento, pero Job nunca declino de su causa. Por lo tanto Jehová Dios quito la aflicción de Job y aumento el doble de todas las cosas que habían sido de Job y lo bendijo cada uno de los miembros de su familia otorgándole una pieza de dinero y un anillo de oro. Dios le dio de nuevo 10 hijos, 7 Varones y 3 Mujeres y no habían mujeres mas bellas que ellas.

La próxima vez que pienses que Dios te abandono, que ya no escucha tus ruegos y que todo lo que estas pasando no te lo mereces, pero además ya humanamente no lo puedes soportar, sencillamente es por que Dios esta trabajando en tu gran bendición y restauración.

Dios les bendiga.


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Dios los bendiga