martes, 23 de octubre de 2012

TOMANDO DECISIONES CON FACILIDAD.

                      "Todos los días Dios nos da un momento en que es
             posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El
             instante mágico es el momento en que un sí o un no
             pueden cambiar toda nuestra existencia."
 
                                                            Paulo Coelho.
 

Todo en la vida esta basado en la toma o no de decisiones, de hecho el optar por no decidir, es en si una decisión. Permanentemente debemos decidir entre una opción u otra. Existen decisiones elementales como si desayuno o no, como que ropa me coloco, escoger el tipo de deporte que me gustaría practicar; las llamo elementales por que una mala decisión no tendría consecuencias graves seguramente. Pero también debemos escoger por algunas decisiones un poca mas complejas, que carrera estudiar, con quien me casare.........de las cuales derivaran unas consecuencias algo mas complicadas en el supuesto de una mala elección.
En fin este es un proceso, en contradiccion con algunos autores, totalmente innato. De hecho recordemos que Dios nos otorgo el libre albedrío, o sea, la capacidad de decidir bien o mal.
Si esto lo trasladamos a un escenario de liderazgo ya sea en lo laboral, deportivo, académico, familiar o cualquier otro que requiera de una figura de responsabilidad, la figura de decisión obtiene una connotación mayor en termino de las consecuentes implicaciones.
Es en estos últimos escenarios donde debemos diferenciar entre el poder de decisión y la capacidad de decisión. El poder de decisión puede haber sido otorgado como consecuencia del cargo el cual ejerce y es aquí donde muchos "líderes" se escudan en la famosa "democracia", donde sencillamente ceden terreno a que otros decidan por el. Amigo como soy de las analogías, pensemos en el joven que su gran sueño ha sido aprender a montar bicicleta, con este propósito su padre le regala el tan anhelado instrumento, pero una vez el joven debe tomar la decisión de iniciar su aprendizaje en el ciclismo, se coloca a pensar de que como no sabe manejar, decide que la mejor manera de lograrlo seria el aprendizaje por imitacion, por lo cual convoca a una junta extraordinaria con la totalidad de sus amigos, la cual se efectúa al rededor de su nueva bicicleta, esta con el fin de decidir democráticamente quien estrenara su linda bicicleta y respectivamente los consecuentes turnos entre la totalidad de los participantes. Democráticamente y en aras de un mejor aprendizaje del joven, se decide que quien estrenara la bicicleta debe ser el de mayor experiencia y así sucesivamente el resto. Te puedo asegurar que nunca aprenderás a montar bicicleta y cuando menos piensas tampoco la tendrás.
Diferente es el caso para quienes tienen la capacidad de decisión, para el caso todos, pero deciden usarla. Por eso en el fútbol existen grandes goleadores, en las finanzas hombres prósperos, en el hogar grandes padres e hijos exitosos.
En relación a esta capacidad demandada por las organizaciones, debemos saber que toda persona con dominio de sus facultades toma decisiones, y que ese acto no la hace más apta ni más capaz que otra para una actividad dada; lo que sí la convierte en idónea es su capacidad de evaluar la realidad, de conocer la efectividad de sus posibilidades y, finalmente, de aprovechar los recursos disponibles, para que estos factores, actuando equilibradamente, permitan avanzar en el difícil camino hacia la solución efectiva de los problemas.
Por el contrario, es demasiado alto el precio que hay que pagar por la indecisión, se corren más riesgos no decidiendo que decidiendo. La mujer de Lot, el personaje bíblico, nos da una tremenda lección. Su indecisión le costó caro, cuando en lugar de avanzar hacia el futuro, volvió a ver hacia atrás, ahí mismo se volvió estatua de sal. Igual sucede hoy, mirar hacia atrás con indecisión nos paraliza, y mientras unos avanzan por sus buenas decisiones, otros solo se vuelven espectadores.
 
Hoy somos la suma de todas nuestras decisiones. Y esa sumatoria ha definido quienes hemos llegado a ser. Nuestra carrera fue una decisión, de ahí vinieron amigos que en otra profesión no hubiésemos tenido. Con quien nos casamos determinó una gran parte de nuestra vida hasta hoy, donde trabajamos también. En fin, somos el resultado de muchas decisiones. Si algo practicamos en la vida es tomar decisiones.
Ponte a pensar que muchas veces, dejas que otros decidan por ti, y verdaderamente te estas haciendo un mal para tu vida.
 Es impresionante encontrar líderes que están simplemente tomando decisiones por salir de la crisis. Líderes han sido movidos como piezas de ajedrez simplemente por solucionar en forma rápida una crisis, sin ir a la raíz. Luego el fruto que se ha recogido ha sido doloroso o triste.
Dios no nos puso para tomar simplemente decisiones. Cuando existe el discernimiento estas son las decisiones que se toman:
 
1.- Decisiones delegadas. Se delega el trabajo en las personas con las capacidades para ese evento o crisis.
 
2.- Decisiones respaldadas por buen testimonio.
 
3.- Decisiones llenas del Espíritu Santo. Estos líderes pensaron en gente llena del Espíritu Santo. Cuando hay discernimiento la llenura no es una opción, sino una decisión.
 
4.- Decisiones llenas de sabiduría.

5.- Decisiones equilibradas. Equilibrio. Eso es  importante. 


El liderazgo sabio toma decisiones que son confirmadas por el pueblo.
 
Hoy entiendo que he sido llamado a tomar decisiones sabias y dirigidas por Dios.

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Dios los bendiga