martes, 19 de agosto de 2014

TOMANDO DECISIONES

                  "En cualquier momento de decisión lo mejor es
                   hacer lo correcto, luego lo incorrecto, y lo peor
                   es no hacer nada."


                                       Theodore Roosevelt


Una vez un hombre muy afortunado había conseguido la mejor entrevista de su vida: Iba a entrevistar ni más ni menos que a Dios.

Esa tarde el hombre llegó a su casa dos horas antes, se arregló con sus mejores ropas, lavó su automóvil e inmediatamente salió de su hogar. Manejó por la avenida principal rumbo a su cita, pero en el trayecto cayó un chubasco que produjo un embotellamiento de transito y quedó parado. El tiempo transcurría, eran las 7:30 y la cita era a las 8:00 p.m.

Repentinamente le tocaron el cristal de la ventanilla y al voltear vio a un chiquillo de unos nueve años ofreciéndole su cajita llena de chicles (goma de mascar). El hombre sacó algún dinero de su bolsillo y cuando lo iba a entregar al niño ya no lo encontró. Miró hacia el suelo y ahí estaba, en medio de un ataque de epilepsia.

El hombre abrió la portezuela e introdujo al niño como pudo al automóvil.

Inmediatamente buscó como salir del embotellamiento y lo logró, dirigiéndose al hospital de la Cruz Roja más cercano. Ahí entregó al niño, y después de pedir que lo atendiesen de la mejor forma posible, se disculpó con el doctor y salió corriendo para tratar de llegar a su cita con Dios.

Sin embargo, el hombre llegó 10 minutos tarde y Dios ya no estaba. El hombre se ofendió y le reclamó al cielo: "Dios mío, pero tú te diste cuenta, no llegué a tiempo por el niño, no me pudiste esperar. ¿Qué significan 10 minutos para un ser eterno como tú?"

Desconsolado se quedó sentado en su automóvil; de pronto lo deslumbró una luz y vio en ella la carita del niño a quien auxilió. Vestía el mismo suetercito deshilachado, pero ahora tenía el rostro iluminado de bondad.

El hombre, entonces, escuchó en su interior una voz:

Hijo mío, no te pude esperar... y salí a tu encuentro.



"Nos quejamos de que nuestros días son muy cortos , pero actuamos como si fueran eternos".

Si pudieramos cambiar.

......................la mentira por la verdad,
.........................el recibir por el dar,
.........................el odio por el perdón,
.............................la duda por la fe,
..................la envidia por la aceptación,
..............la intolerancia por la paciencia,
.................la dureza por la flexibilidad,
........................el miedo por el coraje,
.................el desistir por el perseverar,
..........las palabras de más por la prudencia,
...................la soberbia por la humildad,
........................la burla por la piedad,
...............el conformarse por el progresar,
........................el ocio por el trabajo,
.................los sueños por su realización,
........la ambición desmedida por el honor...

Si pudiéramos cambiar esto sentiríamos más cerca que nunca la presencia de Dios en nuestra vida.

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Dios los bendiga