con ellas".
Santiago Ramón y Cajal
En primer lugar, una persona creativa es ante todo una persona ágil, flexible, capaz de adaptarse y fluir
con las circunstancias. Es una persona con libertad: libertad de pensar, libertad de expresar, libertad de
actuar sin miedo al qué dirán o qué pensarán. Es también "móvil". Movilidad en el sentido amplio del
término, que incluye la movilidad física, la movilidad dentro del entorno de la persona, la variedad de temas
de interés; moverse para observar lo que otros hacen, caminar, no hacer siempre las mismas cosas en el
mismo sitio, de la misma forma. Si hay una constante en la vida, ésta es el cambio. En lugar de luchar
contra el cambio, debemos aprender a fluir con él. A ser capaces de adaptarnos a las circunstancias y sacar
lo mejor de cada cosa. El cambio no es un enemigo a derrotar, sino un aliado para evolucionar y mejorar en
los diferentes aspectos de la vida.
La segunda de las características es la capacidad de síntesis. Partiendo de la curiosidad intelectual, la
capacidad de tomar cosas de muy distintas fuentes e integrarlas en algo coherente, que funcione.
En tercer lugar está la capacidad de ver la oportunidad, de atrapar el centímetro cúbico de suerte,
anticiparse, ver las necesidades insatisfechas de las personas. Para ello, la persona creativa ha
desarrollado la capacidad de observación, de atención, de estar receptiva a las impresiones que nos vienen
del interior y del exterior. Las diferentes técnicas de meditación pueden ser una ayuda inestimable para
facilitar este desarrollo.
En cuarto lugar hay que divertirse. Si no disfrutamos con lo que hacemos no podremos enfocar todas
nuestras energías para el trabajo que debemos realizar. El juego es un medio para desarrollar la creatividad.
El que más juega estará más capacitado para sobrevivir. El ambiente más divertido es también más
creativo.
Hay muchas técnicas para desarrollar la creatividad y aplicarla en la resolución de problemas u otras
situaciones análogas y cuya utilidad ha sido convenientemente contrastada. Entre ellas podemos citar:
* Brainstorming
* Los siete sombreros para pensar
* Scamper
* Sinéctica
* Mapas mentales
* Collage creativo
También se ha reflexionado ampliamente sobre el proceso creativo y la manera en que surgen las ideas. Ya
en su trabajo El arte del pensamiento, publicado en 1926, Graham Wallas presentó uno de los primeros
modelos del proceso creativo. En él, los impulsos creativos eran explicados por un proceso compuesto de
cinco etapas:
Preparación: es la fase en el cual se enfoca la mente sobre un problema, se obtiene información y se
exploran sus dimensiones.
Incubación: el problema es interiorizado en el hemisferio derecho del cerebro. Desde el exterior parece que
no pasa nada.
Intimación: la persona "presiente" que una solución está próxima.
Iluminación: el proceso interior genera la idea creativa, que salta al consciente.
Verificación: la idea es conscientemente analizada y elaborada y, más tarde, aplicada.
Por otra parte, las técnicas de meditación –taoísta, zen, sufí, yoga, budista, etcétera– que diferentes culturas
han ido desarrollando, tienen en común una serie de fases que podemos relacionar fácilmente con el
proceso de Wallas que acabamos de referir. Estas cinco fases son:
Concentración: en la que ponemos toda nuestra atención en una sola cosa.
Meditación: en la que mantenemos la fase anterior el mayor tiempo posible.
Contemplación: en la que hay una comunicación fluida entre nuestros dos cerebros.
Intuición: en la que nos vienen nuevas ideas o intuiciones.
Inspiración: en la que ponemos en práctica las ideas o intuiciones.
En resumen, creatividad es lo que nos sobra. La decisión de desarrollarla o no es totalmente individual y respetable.
NUNCA OLVIDES QUE FUIMOS HECHOS A IMAGEN Y SEMEJANZA DEL REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te agradezco grandemente, tus comentarios, ellos ayudaran a mejorar el contenido de esta pagina, ademas de los capitulos de mi futura publicacion, de la cual comparto tambien algunos apartes.
Dios los bendiga